500 atletas atravesaron de noche las montañas de la Simón Bolívar
La primera carrera nocturna que se hace en Caracas tuvo una gran acogida
Tanto la partida como la llegada fueron en el campo de fútbol de la Universidad Simón Bolívar (KISAÍ MENDOZA)
Es sábado, comienza la noche, y en la cancha de fútbol de la Simón Bol´ívar cientos de atletas se preparan para profanar la oscuridad de la montaña. Giran envueltos en sus franelas negras, trotan despacio, caminan rápido, saltan, estiran, se ajustan la liga en la frente y prueban su linterna. En media hora partirán cerro adentro.
La tercera carrera nocturna de Energizer se realiza por primera vez en Caracas, en la Simón y no el Club Cumbre Azul (La Victoria), y la convocatoria ha sobrepasado las mejores expectativas: más de 500 corredores se inscriben, doblando participaciones previas.
Es una alternativa de recreación bien distinta a las que regularmente ofrece la ciudad, pero los atletas se conocen entre sí, pues como miembros de la cofradía 10k suelen encontrarse en distintas carreras. Pero hay rostros más conocidos que otros. Ahí están los hermanos Salazar: Alexis, Franklin y Cruz (de los mejores corredores de montaña que tiene el país) y también Ramón Blanco, el primer venezolano que coronó el Everest, hoy ya con 77 años.
A las siete en punto todos están listos para oír la voz de partida, que se demorará cinco minutos más. Muchos dan saltitos entre la multitud ansiosa, otros aplauden con impaciencia, como quien exige puntualidad en una obra de teatro. El clima es fresco, pero no son pocos los que sudan tras más de veinte minutos de aglomeración. Hasta que lo inminente tiene lugar: se anuncia que falta un minuto y luego comienza desde diez la cuenta regresiva... ¡Partida!
La carrera
En kilómetro y medio se elevan unos 300 metros, vuelven a bajar, afrontan luego una subida tan empinada como la siguiente bajada, regresan al principio... el trayecto no da tregua, y en total tendrá apenas un diez por ciento de plano, y eso contando el recorrido final, una vuelta a la cancha de fútbol.
Pese a la agreste ruta, a pesar de la oscuridad, la niebla y una empinadísima y larga bajada, son pocas las caídas, mínimos los accidentes. Por radio se escuha que alguno decidió no seguir debido a problemas en las rodillas y que otro se dobló un tobillo, pero la gran mayoría logra llegar a la meta.
Previsiblemente el ganador, que también ha ganado las dos anteriores ediciones, es Alexis Salazar entre los hombres (lo escoltó su hermano Franklin ¡a casi 4 minutos de distancia!) y su hermana Cruz entre las mujeres. Para mayor nepotismo, el tercero entre los hombres fue Ray Pacheco, y la segunda entre las mujeres su hermana Tania. Cinco primeros puestos, dos familias.
De vuelta a la cancha
Pero todos están contentos: "Esto de correr en tierra mientras ves la ciudad, las estrellas, ejercitas con este clima... es lo máximo. Además había seguridad a todo lo largo de la ruta" dice Pedro Mila, quien entrena en el Camino de los Españoles.
Ramón Blanco, veterano de mil carreras, piensa que la organización fue perfecta, y Rafael Santos, quien llegó séptimo, alabó la ruta: "Siempre la he recomendado a todos los que hacen ciclismo de montaña, pero es primera vez que la recorro trotando. No es fácil hacerla de noche, en las bajadas necesitas técnica".
Un deseo común unió a los participantes, que aprovecharon para hacer llegar, apoyados en la acogida que tuvo esta primera experiencia, un ruego a los organizadores de carreras: en Caracas tienen que repetirse más eventos como este.
La tercera carrera nocturna de Energizer se realiza por primera vez en Caracas, en la Simón y no el Club Cumbre Azul (La Victoria), y la convocatoria ha sobrepasado las mejores expectativas: más de 500 corredores se inscriben, doblando participaciones previas.
Es una alternativa de recreación bien distinta a las que regularmente ofrece la ciudad, pero los atletas se conocen entre sí, pues como miembros de la cofradía 10k suelen encontrarse en distintas carreras. Pero hay rostros más conocidos que otros. Ahí están los hermanos Salazar: Alexis, Franklin y Cruz (de los mejores corredores de montaña que tiene el país) y también Ramón Blanco, el primer venezolano que coronó el Everest, hoy ya con 77 años.
A las siete en punto todos están listos para oír la voz de partida, que se demorará cinco minutos más. Muchos dan saltitos entre la multitud ansiosa, otros aplauden con impaciencia, como quien exige puntualidad en una obra de teatro. El clima es fresco, pero no son pocos los que sudan tras más de veinte minutos de aglomeración. Hasta que lo inminente tiene lugar: se anuncia que falta un minuto y luego comienza desde diez la cuenta regresiva... ¡Partida!
La carrera
En kilómetro y medio se elevan unos 300 metros, vuelven a bajar, afrontan luego una subida tan empinada como la siguiente bajada, regresan al principio... el trayecto no da tregua, y en total tendrá apenas un diez por ciento de plano, y eso contando el recorrido final, una vuelta a la cancha de fútbol.
Pese a la agreste ruta, a pesar de la oscuridad, la niebla y una empinadísima y larga bajada, son pocas las caídas, mínimos los accidentes. Por radio se escuha que alguno decidió no seguir debido a problemas en las rodillas y que otro se dobló un tobillo, pero la gran mayoría logra llegar a la meta.
Previsiblemente el ganador, que también ha ganado las dos anteriores ediciones, es Alexis Salazar entre los hombres (lo escoltó su hermano Franklin ¡a casi 4 minutos de distancia!) y su hermana Cruz entre las mujeres. Para mayor nepotismo, el tercero entre los hombres fue Ray Pacheco, y la segunda entre las mujeres su hermana Tania. Cinco primeros puestos, dos familias.
De vuelta a la cancha
Pero todos están contentos: "Esto de correr en tierra mientras ves la ciudad, las estrellas, ejercitas con este clima... es lo máximo. Además había seguridad a todo lo largo de la ruta" dice Pedro Mila, quien entrena en el Camino de los Españoles.
Ramón Blanco, veterano de mil carreras, piensa que la organización fue perfecta, y Rafael Santos, quien llegó séptimo, alabó la ruta: "Siempre la he recomendado a todos los que hacen ciclismo de montaña, pero es primera vez que la recorro trotando. No es fácil hacerla de noche, en las bajadas necesitas técnica".
Un deseo común unió a los participantes, que aprovecharon para hacer llegar, apoyados en la acogida que tuvo esta primera experiencia, un ruego a los organizadores de carreras: en Caracas tienen que repetirse más eventos como este.
Javier Brassesco
FUENTE: EL UNIVERSAL
FUENTE: EL UNIVERSAL
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