Hoy hace 415 años el Quijote de Caracas muere a manos del “Hombre con las bolas al hombro”

Una sombra que se pierde en la historia es lo que queda de Don Alonso Andrea de Ledesma uno de los fundadores de Caracas, su primer alcalde y corregidor. Este hidalgo a sus 60 y tantos años fue la única defensa de la ciudad que se convertiría en la capital de nuestro país, cuando en 1595 Amyas Preston el “hombre de las bolas al hombro” realizó la única invasión exitosa a nuestra ciudad y su sacrificio pudo ser una inspiración para el Quijote de Cervantes.
De acuerdo a Francisco Herrera Luque en su “Historia Fabulada” que el corsario Inglés Amyas Preston llegó a La Guaira por primera vez siendo víctima de un naufragio y, por ser Inglés, fue arrestado y enviado de inmediato a Caracas.
Su carácter jovial le ganaría el derecho de ser mensajero y mandadero para la oficialidad de la ciudad, eso si, sin jamás quitarle los grilletes. Cómo no podía caminar con ellos, cada vez que se le hiciera un encargo Preston alzaría sus pesados grilletes y los colocaría en sus hombros sin perder su sonrisa y su buen humor, hecho que trascendería hasta nuestros días en la expresión “echarse las bolas al hombro” que originalmente significaba afrontar con humor y jovialidad cualquier trabajo o empresa por muy pesada que ésta fuera.
Habría Preston de escapar y jurar venganza contra aquellos caraqueños que lo hubieran tratado mal y así llega en 1595 con seis buques y 500 hombres a La Guaira.
Mientras los españoles preparaban sus defensas en los castillos el corsario y sus hombres serían guiados por Sánchez de Villapando, el Efialtes de Caracas, a través de un viejo camino indio hasta Caracas. Para sorpresa de Preston los hombres de Caracas corrieron a esconderse, todos menos uno: un hidalgo con lanza en ristre y armadura se interponía entre él y su objetivo.


Cuenta Herrera Luque en su obra:
“Los piratas se disponían a saquear la ciudad cuando de pronto una figura a caballo les hizo frente. Era un hombre calzado de armadura y un yelmo medio oxidado, con una lanza en la mano, que les dijo: -¡Oidme bien, perro del mar, has encontrado mi ciudad desguarnecida gracias a ese canalla, pero no la tomareis sin combatir, aquí estoy para defenderla!
Preston sorprendido le dijo, caballero vuestro honor y valentía ya han salvado su honor y el de su ciudad. No podreis hacer nada contra quinientos hombres, ¡vuestro sacrificio será inútil!
-¡No hay sacrificio inútil cuando se defiende un derecho!
Y enseguida el caballero de la armadura cargó al galope contra los corsarios asombrados al grito de ¡Santiago y Cierra España!
Preston le gritó a sus hombres: -que nadie lo toque- ¡lo quiero vivo!
Pero el caballero ya había clavado su lanza en uno de los piratas matándolo en el acto, y caracoleaba su caballo clavando su lanza hiriendo a varios. ¡Dispárenle! se lo ha buscado
Y de pronto tronó un arcabuz tumbando al jinete del caballo que cayó muerto en medio del polvo del camino. Preston ordenó quitarle el yelmo para ver quien era, y al ver su cara dio un paso atrás, era un hombre viejo.
Es Alonso Andrea de Ledesma, un viejo guerrero y fundador de la ciudad, dijo el traidor Villapando. Preston antes de saquear la ciudad entró solemnemente cargando el cuerpo de Don Alonso en hombros de sus capitanes sobre el escudo, mientras el tambor tocaba a sordina. En medio de honores de Capitán General fue enterrado en la Plaza mayor, conmovido por el valeroso gesto heróico de este anciano caraqueño.”
Según Eduardo Casanova no es descabellado pensar que la historia de Ledesma haya llegado a oídos de Cervantes y haber inspirado el inmortal “Don Quijote de la Mancha”
Enlace al artículo de Eduardo Casanova “El Nacimiento del Quijote

FUENTE: NOTICIAS24

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