Turista alemán expulsado de por vida de Egipto (por daño al patrimonio histórico)


En días pasados, un turista alemán identificado como ANDREJ CIESIELSKI subió hasta lo más alto de la Gran Pirámide de Giza en Egipto, tomó fotos y videos que luego publicó en las redes sociales. Cuando bajó fue arrestado pero posteriormente quedó en libertad.

Subir el promontorio no resulta tarea sencilla. Uno de los últimos osados tuvo que ser rescatado en helicóptero. Tampoco le persuadió el severo castigo que cae sobre los aventureros pillados en el ascenso (hasta tres años de cárcel) ni los gritos que, cuando se percataron, le lanzó una legión de agentes. "Las fotografías valían la pena", se dijo Ciesielski cuando acarició al fin la cumbre de la única maravilla del mundo antiguo que resiste en pie, con 4.500 años de antigüedad.

El ministro de Antigüedades egipcio Mamduh el Damati ha informado a la embajada de Alemania que el infractor tiene prohibido el ingreso al país por el resto de su vida.

En su defensa, el turista dijo que desconocía la leyes y que no sabía que no podía subir a la pirámide, mismo argumento empleado por quienes cometen delitos ambientales en Venezuela, como ocurrió en el caso de un joven que ingresó al Parque Nacional Sierra de la Culata con un vehículo 4x4 el pasado mes de diciembre de 2015 [ver mi denuncia acá, mi primera entrevista en Radio FM 105.9 de Mérida (programa "Al Aire pero no Revueltos") acá y mi segunda entrevista (programa "Su Palabra por Delante") acá]

En Venezuela, nuestro Código Civil en su artículo N° 2 dice textualmente: "La ignorancia de la ley no excusa de su cumplimiento", y es que además de un gran número de leyes y reglamentos en materia ambiental: Ley Orgánica del Ambiente Ley Penal del Ambiente, Reglamento de Parques Nacionales, Plan de Ordenamiento y de Uso (PORU), Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE) entre otras, existe algo que todo ser humano debe poseer y es el sentido común y el sentido de la lógica que nos dice cuando algo es correcto y cuando no.

Lamentablemente para muchas personas prevalece el egoísmo para con la naturaleza o el patrimonio histórico, el egoísmo para con las demás personas que desean disfrutar de los lugares sin que sean destruidos por personas inescrupulosas. el egoísmo para con las personas que dependen económicamente de esos lugares y que perderían su fuente de ingreso al verse afectado su lugar y por sobre todo, una falta de respeto a los patrimonios históricos y naturales de la nación.

Es así como en Venezuela he visto personas haciendo rappel en el Mausoleo del Dr. Koch, encaramarse sobre la Cruz del Pico Naiguatá, trepando sobre las paredes del Fortín San Carlos, (todos en el Parque Nacional Waraira Repano), rustiqueros destrozando la vegetación y el suelo en el Parque Nacional Canaima o Parque Nacional Sierra de la Culata o yates destrozando arrecifes en los parques nacionales Mochima, San Esteban o Morrocoy, solo por citar algunos ejemplos.

Nuestro derecho a "disfrutar" de los recursos turísticos, sea cual sea su naturaleza, termina en donde empieza el derecho de las demás personas de disfrutarlo sin contaminación acústica o ambiental, sin grafitis en rocas, árboles o paredes, sin abusos, en perfecta Paz y Armonía con el ambiente y los demás seres, no sólo humanos sino con todo ser vivo.

La noticia original se encuentra acá.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Conoce las bandas de las operadoras telefónicas en Venezuela

Conoce el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso (PORU) del Parque Nacional "El Ávila" o "Waraira Repano"

La montaña (El Ávila) esconde una fauna insospechada para los visitantes