Última locomotora a vapor del país aguarda ser restaurada


Arquitecto que ideó las estaciones del tren El Encanto pide su recuperación

La última vez que la locomotora del tren de El Encanto cruzó los rieles para trasladarse hasta el parque El Encanto fue a finales de 1994. Es lo que recuerda Marcos Mendoza, quien vive hace más de 50 años en las zonas más altas de la estación.

Desde su casa, apenas pueden verse parte de los rieles que conducen al valle de El Encanto, pues el camino está lleno de monte y en la zona que conduce a los túneles se han producido algunos intentos de invasión, frenados por la policía a petición de los residentes.

Desde 1995, el antiguo tren de finales del siglo XIX, que de forma intermitente venía transportando visitantes y turistas hacia uno de los parques naturales más vistosos de la ciudad de Los Teques, se frenó en la entrada de estación. Allí está hasta el sol de hoy.


Francisco Oliva, el arquitecto que proyectó las estaciones del tren, hace un llamado al presidente del Instituto de Ferrocarriles del Estado, Franklin Pérez Colina, para que se recupere este espacio como una alternativa turística y de esparcimiento para las familias.

"Sería un desahogo y una opción recreativa para que los padres lleven a sus hijos. La ciudad está necesitada de espacios como ese", dice Oliva, quien ha intentado sin éxito conversar en varias oportunidades con el presidente del IFE.

En parque recreacional El Encanto existía un hotel, restaurantes, quioscos para parrillas y áreas de picnic.

Actualmente, las instalaciones de la estación ferroviaria El Encanto están cerradas al público. Un grupo de obreros y vigilantes del IFE se encuentran realizando labores de limpieza.

Para acceder al espacio se necesita una autorización oficial; de lo contrario es imposible recorrer las instalaciones y observar el estado en que se encuentra la locomotora estacionada, la única a vapor que existe en Venezuela.


Oliva denuncia que la máquina ha sido desvalijada "y la estación saqueada por el vandalismo. Todas las tejas tipo aleman de los techos se las han llevado". El arquitecto recuerda que entre 1975 y 1980 se recuperó y puso en funcionamiento el tramo parque El Encanto-Los Teques (Los Lagos) gracias a los oficios del presidente de Inparques para la época, Antonio Agostini y el ingeniero Alberto Satine.

Aunque muchas familias de la zona residencial recuerdan el paso de la locomotora y la algarabía de los visitantes, ahora solo escuchan de fondo el ruido de los camiones que transportan la maleza y escombros, así como de los que traen el concreto para la reconstrucción de la caminería.

FUENTE: EL UNIVERSAL

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